Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina.
Que admitimos voluntarios para acompañar en el camino está de sobra advertido. Pero tú, al de la foto me refiero, mejor ve solo, que si nos hemos de encontrar en el camino ya nos encontraremos, juramos no buscarte.
Tras dos semanas en la red comenzamos a ver algún fruto, no es esperanzador, no estamos encantados, el gozo que nos produce tal fenómeno no ocupa gran parte de nosotros mismos.. Pero, ¡ya tenemos un seguidor! (el de la foto) que a través de reiterados mail manifiesta querer venir con nosotros (!lástima!, le pierde la vestimenta que no su apariencia). Que no cunda el pánico…
Si esto comenzase de tal manera, entrenemos más para llegar pronto; corren malos tiempos para la lírica.
He dicho.
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